Pérdidas producto de esa decisión se estiman en más de 3,2 billones de pesos, según la compañía.
EDP Renewables se suma a otras compañías que han anunciado sus decisiones de salir de sus proyectos de energía eólica en La Guajira. Así lo dieron a conocer las directivas de la firma, presente en el país desde el 2019 a través de Alpha y Beta, dos parques eólicos en desarrollo, quienes indicaron que, luego de una revisión exhaustiva del desarrollo de dichos proyectos, “estos no cumplen los criterios de inversión y el perfil riesgo de la compañía. Por lo tanto, la empresa ha decidido no proceder con las inversiones restantes necesarias para construir los parques eólicos”.
Las pérdidas estimadas por la firma, como consecuencia de las decisiones adoptadas frente a dichos proyectos, alcanzarían los 700 millones de euros, (unos 3,2 billones de pesos) que incluyen el deterioro total de los proyectos, así como 200 millones de euros (980.000 millones de pesos) relacionado con garantías y pasivos estimados que podrían pagarse en el futuro.
Otras dos compañías que adelantaban proyectos similares en esa región del país, Celsia y Enel, también desistieron de sus iniciativas. La primera lo anunció en febrero y la segunda en agosto del presente año, argumentando las dificultades para desarrollar esas iniciativas.

“Seguimos con el proceso de obtención de permisos para los proyectos eólicos y en esta etapa estamos evaluando las diferentes opciones para el futuro de Alpha y Beta que permitan la eventual construcción por terceros”, señaló Duarte Bello, miembro del equipo de gestión empresarial de EDPR que supervisa el mercado colombiano.
Alpha y Beta, que tendrían una capacidad combinada de más de 0,5 GW y una generación anual estimada en 2,5 TWh, obtuvieron permisos ambientales en agosto de 2019 y luego, en la subasta
promovida por el gobierno ese mismo año, se adjudicaron contratos de compraventa de energía a largo plazo (PPA) para una producción anual de 1,7 TWh de energía renovable durante un período de 15 años, efectivos a partir de 2022, junto con los pasivos y garantías asociados a los PPA, indicaron desde la compañía
Señalaron también, que luego la compañía contrató 90 aerogeneradores y equipamientos adicionales necesarios para la infraestructura de los parques eólicos con el objetivo de cumplir las condiciones pactadas en los contratos, lo cual constituye una parte relevante de la inversión y las responsabilidades que la compañía mantiene en la actualidad.
Sin embargo, la compañía ha venido enfrentando desde hace años varios obstáculos, algunos derivados de los confinamientos obligatorios por la pandemia del covid-19 y otros acontecimientos importantes, lo cual ha ocasionado retrasos en el desarrollo de esos parques, lo que a su vez, ha generado desequilibrios económicos, que la firma ha tratado de subsanar junto con el Gobierno y el regulador del mercado
Obstáculos
Entre las barreras que han encontrado las directivas de la compañía para avanzar en su propósito de construcción de los proyectos se encuentran la falta de disponibilidad de otros activos de transmisión que estaba previsto que construyeran y explotaran terceros en la región; la aprobación de una nueva legislación con impactos adversos en los aspectos económicos de los proyectos frente a las suposiciones iniciales de inversión; el aumento significativo de los costos asociados a la construcción; la devaluación del peso colombiano y el aumento de los costos de financiación”, dicen.
Para enfrentar esa situación, EDPR renegoció el 80,7 por ciento del volumen total de entrega de energía acordada en los contratos PPA, con la consiguiente suspensión de la entrega durante más de 2 años. Además, dicen desde la compañía, se presentó a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) la solicitud de licenciamiento ambiental para la línea de interconexión, cuyo resultado se espera en febrero de 2025.
Y a renglón seguido advierten que “hasta la fecha no se ha logrado ninguna visibilidad sobre la mejora del marco de ingresos regulados, tales como la reforma del mecanismo de ‘Cargo por Confiabilidad'”.
“Esta y otras posibles medidas que tanto EDPR como la Asociación de Energías Renovables de Colombia (SER) han defendido como cruciales para la construcción de proyectos eólicos, son fundamentales para reducir la exposición del sistema eléctrico colombiano al riesgo hídrico, así como a los altos precios para los consumidores finales generados como consecuencia del fenómeno meteorológico de el Niño”, advierten desde la empresa, desde donde también aseguran que seguirán emprendiendo todas las acciones legales necesarias para proteger los intereses de EDPR en Colombia.
